el Cardenal nace en 2017 como un proyecto de .

Desde el principio la intención principal era la búsqueda de estéticas disonantes, un punto de vista diferenciado en el que la revisión contemporánea de tópicos alrededor de las religiones y la Historia fuera la base estética del proyecto.

Durante los primeros años de actividad prestábamos servicios de estilismo, dirección de arte y comisariado. (exposición Catarsis, fanzine hecatónquiros, videoclip Tu o Yo de la Zowi)

En 2019 incorporamos el taller de marroquinería, el estudio se centró en vestuario y accesorios y ampliamos nuestro público.

Proponemos una vuelta a lo artesanal, creando objetos únicos hechos con dedicación; abrazando a la tradición para evolucionar con ella.

En nuestro propio atelier en la ciudad de Sevilla, se confecciona cada uno de los artículos y desde allí mismo se lanzan redes a otros artistas y artesanos para poder ampliar la estética y filosofía de el Cardenal más allá del cuero.

El peso estético de el Cardenal se sitúa en un universo medieval y mitológico; se trazan nudos entre temáticas y disciplinas aparentemente irreconciliables y se pueden ver fusiones entre lo ecuestre y lo romántico, lo ancestral y lo contemporáneo, lo litúrgico y lo sadomasoquista.

ABIGAIL

Para entender el concepto que rodea a el Cardenal hay que tener en cuenta a la figura que lo creó.

Abigail Algaba nace en Sevilla de una madre modista y un padre sastre de toreros, bebiendo desde su nacimiento el saber hacer artesano, del trabajo con las manos y la dedicación y cuidado que hacen falta para elaborar un objeto de calidad.

Rodeado de folclore y tradición, de bordadoras, tejedoras y guarnicioneros; pero sobre todo con una conciencia permanente de las manos humanas y la experiencia frente a la maquinaria y los medios de producción masivos.

Tras una trayectoria artística como Performer y artista visual, trabajando siempre en entornos relacionados con la creatividad, en 2019 decide dar el paso del mundo de los conceptos y las ideas al mundo material y funcional.

Contacta con un antiguo marroquinero de Loewe para aprender el oficio, con medios y métodos tradicionales. A partir de estos medios y conocimientos monta el actual atelier donde se produce y supervisa cada artículo de el Cardenal.